Ir al contenido principal

Ese fue tu encanto

¿Qui茅n ser铆a aquel que no enamore y se enamore con una mirada?

En nuestros ojos est谩n continuamente la llamada a las emociones,

en 茅l, el portal del amor y el encanto.

 

¿no son las manos?

¡Ay, el amor entra por la vista!

pude emprender el viaje a mi futuro, solo viendo tus pupilas,

¡calla coraz贸n! es inevitable continuar con este amor solo de vista.

 

Emprender茅 otro viaje que me lleve al toque su piel,

pero ¿qu茅 har茅 si su piel no es compatible con la m铆a?

al menos sabr茅 que nuestras miradas nunca se equivocaron al conocernos,

¡Ay! ¡vaya! ¡qu茅 picard铆a la m铆a!

 

Se adormece el recuerdo de tu mirada brillante y penetrante,

traspasando tiempo y espacio;

en ese espacio donde el coraz贸n se entumece y solo medita,

gritando con el alma y cuestionando

¡este zafiro pudo haber sido! ¿¡el amor de toda mi vida!?


Autor: Ruby Cantos



Arte de Nicoletta Tomas Caravia  





Comentarios

Entradas populares de este blog

El sonido que salv贸 la rosa de Damasco

E En el jard铆n de mi alma, una Rosa de Damasco yac铆a marchita, su perfume desvaneci茅ndose. La sequ铆a de la esperanza hab铆a secado sus p茅talos, y yo, sin fuerzas, pens茅 en dejarla morir.   Pero entonces, madre, record茅 el sonido de tu risa, una melod铆a danzando en el aire, un eco de vida en medio del silencio.   Ese sonido, tan claro y puro, es como el aliento de una econom铆a emergente: necesita cuidado, impulso y fe para florecer en tierra firme.   Cuando la estaci贸n es propicia, las rosas se abren y embellecen el mundo, as铆 como tu risa, madre, es la inversi贸n que llena mi coraz贸n de amor.   Hoy la Rosa de Damasco vuelve a florecer, sus ra铆ces firmes, sus p茅talos vivos. Y mi alma, que estuvo seca y perdida, se llena otra vez de esperanza y luz.   El sonido de tu risa me dio vida, madre, y ahora puedo vivir… gracias a ti.    

Ayes de la voz silenciosa

P rofundamente, un sue帽o me sell贸,  envuelta en un manto sin esplendor,  una mano al se帽or sol intentaba sujetar;  retumb贸 una voz, me sacudi贸 del lecho, vino el resplandor,  una voz incomparable, un trueno que hizo temblar.   Voz que me estremeci贸, que me alz贸: ¡vuelve a m铆!  “¿D贸nde est谩s?”, clamaste, “¡Sol, cae sobre la tierra!”  Y cay贸, se desplom贸 el gran se帽or sol;  me alc茅, buscando el rostro de quien me llam贸.   Abatida y fatigada, el fr铆o quebr贸 mis huesos,  la ausencia de tu voz me desmoron贸.  Se escuch贸 un pueblo silenciado,  y no era tu voz, sino un clamor,  una mano me jal贸, y en el espejo vi mi reflejo;  ¡Espanto, no!, por favor, ¡espanto no!,  la calavera sin amor, en el espejo se mostr贸.   Cansada de tu ausencia, busqu茅 el fin en mi lecho,  ¡No pude!  manantiales de sacrificios brotaban de mi pecho.  Tu voz, tan lejana, orden贸 al sol, y en su ira,...

Solo pronuncia, Mujer

Prefiero que me llamen, MUJER, Y no que me llamen hombre a m铆,   Prefiero que me griten, MUJER, Y no que alguien gritara mi nombre para burlarse de m铆,   Prefiero que me digan, MUJER, Y no que me digan, te pareces tanto a algo que no tiene valor para m铆,   Prefiero que me escriban, MUJER, Y no que me escriban eres muy mala espina en m铆.   Prefiero que me pronuncien, MUJER, Y no que pronuncien no hay trabajo para ti.   Una y mil veces prefiero que me comparen con una mujer Dos y dos mil veces prefiero que mi nombre se ha puesto a una mujer   Soy mujer desde nac铆 Siempre estar茅 agradecida con el Creador Por haberme creado as铆, mujer, ¡Oh!, ¡s铆!, ¡mujer!   Como aquellas excelentes maestras del pasado Como aquellas ilustres poetas Como aquellas grandes lideres Como aquellas libertadoras de libertadores Como aquellas que fueron primeras en nuestro pa铆s As铆, yo quiero ser ¡Quiero ser una excelente muj...